Hoy nuevamente con un paciente: 12 horas de turno, 12 horas ayudándolo, 12
horas con él.
Sólo habían pasado 8 horas junto a él, cuando me dice:
XX: ¿Me puedes ayudar? extiende la mano hacia mí...
YO: Entonces le doy un dedo
XX: Me mira desconcertado - Eso es realmente poquito
Yo: Sonrío, le digo, entonces ¿Qué dices a esto? le doy dos dedos
XX: Eso es realmente demasiado poco - me jala y me dice, mejor dame toda tu
mano
Reímos juntos y él se tranquiliza, diciéndome: gracias por haberme
soportado todo el día y por haber cuidado de mi como lo has hecho - Sonreí - lo
hago con alegría.
Siempre las cosas que muchas veces, uno no ve, son las que más valor
tienen. Me alegra poder robar una sonrisa, aun cuando las malas circunstancias
se presentan.
¡Recordemos vivir!
REMS
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