Hasta el cielo va mi carta y es que ahora ya no estás
Tu recuerdo, tu sonrisa quedó grabado para siempre
Ya no más dolor, ya no más rabia, olvido, frustración
Encontraste al fin La Paz, esa que deseabas por tanto tiempo
Mi corazón está afligido, porque se fue un gran amigo
Y aunque el consuelo de no verte sufrir, calma
Se extrañará al padre, al abuelo, al ser humano que siempre fuiste y el que recordaremos de por vida
En mi mente aparece aquella vez, sentados en tu oficina
Creíste en mi desde el primer momento, repetidamente dijiste, llegarás lejos, eres admirable, nunca te rindas. Tú puedes hacerlo Liza!
Y así fue, lo hice, seguí sin parar, aún con las piedras que se cruzaron en el camino, crucé
No te equivocaste, tenías razón
Sonríe siempre, mencionaste y aunque hoy derramo lágrimas, debes sabes que en mi corazón marcaste algo especial.
Gracias por ello, gracias por todo. Te vi llorar, no querías que nada malo pase conmigo, me hiciste sentir que siempre podría contar contigo. Aún cuando tus fuerzas estaban deteriorándose
Mi querido Kurt…
El tiempo pasó, te volví a encontrar, de amigo a familia
Gracias por tu cariño, tu comprensión, tus palabras, por ser quien fuiste y por dejarme parte de lo mejor que tuviste.
Te conocí de otra manera y es de esa forma es como quiero recordarte. Te quiero hasta siempre y hasta siempre te querré
Descansa en Paz, si te apareces en mis sueños, hazme sentir el calor de tu abrazo y la fuerza de ese cariño que nunca dejaste de sentir por mi
Un día no volveremos a encontrar, allá en la eternidad, porque lo bonito se esta vida es para siempre. Esa, tu frase final.
Hasta el cielo va mi carta…
REMS
(Foto Elizabed M)