Mi amado hijo,
esta es una carta escrita con amor, pensando en lo maravilloso que ha sido para
mí el tenerte a mi lado.
No he olvidado
los momentos que tuvimos mientras éramos uno solo, tus movimientos, tu lado
favorito al dormir, tus horarios de siesta, tus pataditas, como recorrías por
mi vientre cuando mamá te cantaba o te hablaba. Esas oraciones en la que ambos
nos entusiasmábamos porque sabíamos que iban directo al cielo.
Mi amor, en
realidad nada ha cambiado, sigues durmiendo en ese tu lado preferido, tus
pataditas ahora no las siento pero las veo cuando no quieres que te cambie en
pañal. Y entonces te ríes y me traes a ti para darme un beso.
Estás creciendo mi
vida y no te puedes imaginar lo orgullosa que me siento de ti, cada día me
sorprendes, eres bueno hijo, amoroso, me ayudas, sabes que cuando te pido que
me brindes tu ayuda llevando algo al tacho de basura- lo haces contento, o
cuando te pido que bajes tu biberón, o cuando en voz alta digo “dónde está mi
llave Sr.?” Levanto los ojos y tú te me acercas diciéndome con tu mirada “acá
está mamá” -mami es a veces despistada- y así mi amor, con tantas otras cosas
más. Sigues siendo tan risueño como siempre lo has sido. Cuando te recojo de la
cuna, que feliz eres mi amor, tus ojitos brillan, hacen tremenda fiesta, me
acerco a ti, y tú vienes a mí con tus brazos bien abiertos, con una sonrisa de
oreja a oreja, diciendo mamá, mamá. Se me caen las lágrimas solo recordando el
momento. Eres independiente y también muy decisivo, sabes bien lo que quieres,
es tan fácil entender tu deseo, te veo y eres una copia exacta de mamá, tu
carácter, tu ímpetu, tu deseo de aprender, tus ganas de hacerlo todo, es que
nunca te cansas hijo. Todos te aman, eres un ser maravilloso, buscas sacar una
sonrisa a las personas, caes bien, eres dulce y tierno. La gente sonríe cuando
estamos en el supermercado y es que ven a un bebé ayudando a mamá a poner las
cosas en la canasta, con tus pequeñas mamitas coges la caja de leche y con
esfuerzo te empinas y lo pones dentro de la canasta, vas contento y regresas contento por más. Cómo no ser feliz con un hijo como tú?…
Nada podría ser
mejor que estar a tu lado. Mami ha cambiado toda su vida por ser mamá y sabes
una cosa, no ha existido ni existirá un día, en el que me pueda lamentar el
haber elegido darle mi vida a un ser tan bello como lo eres tú mi amor, me haces la persona más dichosa del universo. Cuando
hablo de ti, que por lo general es siempre, mis ojos lo demuestran, es inevitable,
tú provocas en mi algo tan bonito, me has enseñado tanto, eres el único que
solo saca lo mejor de mí, el único que me motiva e inspira de esa forma
inexplicable. El único que me inspira a
ser mejor.
Tienes 14 meses y
14 días desde que te tuve en mis brazos por primera vez, me miras de la misma
forma que lo hiciste cuando te pusieron en mi pecho y escuchaste mi voz. Cómo
no amarte hijito?… Juntos hemos luchado por lograr llegar hasta acá, nuestra
lucha no ha terminado pero somos tan unidos, nuestro lazo es tan fuerte, que sé,
nadie jamás podrá romper. No importa lo que pase hijito, mientras estemos
juntos nuestro amor de madre e hijo se hará solo más fuerte.
Eres el amor más
grande de mamá. Eres mi vida entera, y te cuidaré con mi propia vida si es
necesario.
Sé siempre feliz
pedacito mío, mamá jamás te dejará solo. Mamá te amará hasta dejar de respirar
y más allá. Dios ha sido bueno conmigo.
REMS