Que lindo, tú ahí haciéndome la
comida, preparando algo como lo llamaste tú, simple... me sonrío, sí, lo hago y
te lo debo a ti.
Que lindo, ojalá
nunca cambies. Me pregunto por qué lo haces, siempre que nos vemos me siento
querida, extrañada.
Que lindo, compras
el rosé que más me gusta, porque me quieres hacer feliz, me lo sirves porque para ti soy alguien especial.
Sé que te
sorprenderás al leer esto, pero sí, siento que me quieres, no como mujer, pero
me quieres, y eso se agradece. No quiero perderte nunca, no quiero alejarme de
ti.
Le pido a Dios te
cuide y te de la sabiduría para llevar la vida con astucia, con prudencia, con
habilidad, con amor.
Recuerdo el primer
día que te conocí, recuerdo el primer día que me abrazaste, desde esa fecha
hasta ahora, tu abrazo o mejor dicho, la forma como me abrazas ha cambiado,
pero sé que lo que pensaste de mi desde aquella vez hasta ahora, es exactamente igual,
quizá hasta mejor. Gracias...gracias por decirme las cosas tan directas, por
darme palo como lo dices, por tu cariño, por tus palabras, por
tus abrazos, por tu forma de mirarme, por tu forma de abrazarme, por tu
respeto, por tu admiración.
Gracias por una
velada corta pero amena. Gracias por tu tiempo, gracias por ser tú.
Te quiero mucho
Isra ;)
REMS