Así eran en mis tiempos de
infancia.
Recuerdo, que mamá
cuando quería que nos calláramos
Que no hiciéramos
bulla, o que parásemos de hacer tanto laberinto,
Nos mandaba una
mirada, que pucha, con eso nos mataba y nos hacía nacer de nuevo.
No sé qué es lo
que está pasando con este mundo, y menos con los hijos
¿Es que realmente
puede existir tanta ingratitud?
Pues veamos, el
viernes termino mi clase contenta y bastante cansada luego de 57 horas de
trabajo
Y claro más
cansada aún por todas esas horas que uso manejando de acá para allá.
En la clase
tuvimos como invitada a una de las hijas de mis alumnas
Ella tendrá sus 12
años aproximadamente
Al terminar, yo
como cada vez, doy las gracias por el día
Sonrío, les
pregunto como lo han pasado, todos dicen que súper
Entonces digo, que
desde ya me alegro, de que nos encontraremos nuevamente la próxima semana.
Bueno, salimos de
la piscina, mis alumnos se alistan, se duchan, se cambian, salen
Mientras que yo,
espero afuera sentada en una de las sillas que hay en el pasillo.
Cuando todos están
ya listos, salen
Y veo que la niña
está sin zapatos
La mamá le dice,
mi amor creo que debes de ponerte los zapatos
La niña mira a su
mamá con rabia y le dice no me da la gana de ponerme los zapatos
La mamá la mira, y
le dice, creo que debes de ponertelos
La respuesta fue,
porque tengo que ponerme los zapatos, no entiendes, no me da la gana
La mamá miró avergonzada
a su al rededor, me miró de pronto fijamente, le sonreí
Miré a su hija, y
dije
Creo que debes de
ponerte los zapatos, porque está frio afuera, ha estado lloviendo, te vas a
mojar
La mamá me sigue y
dice y te puedes enfermar.
La niña me sonríe,
mira a la mamá con cólera, le dice, acaso no sabes que es duro todo esto
¿Duro? ¿Es duro
ponerte los zapatos?
Si, es duro, y no
sé cuál es la parte que no entendiste, cuando dije que no me daba la gana de
ponérmelos
La mamá no dijo
nada, se quedó callada, con carita de pena, sintiéndose de lo peor, creo yo.
La niña se puso
los zapatos de mala gana, y yo sintiéndome entre la espada y la pared,
Sólo atiné a
decirle, creo que eres buena para seguir la música, quizá puedas venir más
seguido.
Ella sonrío, se
puso de pie, y salieron juntas con la mamá sin decir ni una sola palabra.
Entonces no pude
evitar, sentir indignación ante tanta malcriadez. Que caracho se creen los
hijos de ahora, Que le pueden hablar a los padres como le da la gana, que
pueden hacer lo que les antoja,
Pues
definitivamente yo recuerdo haber sido adolecente, y también un poco rayada,
Pero una mirada de
esas de mi madre, bastaba para que me ponga en línea.
Estos tiempos
están locos, y esta cultura danesa peor aún,
Solemos decir que
Europa es un continente desarrollado,
Déjenme decirles
que para mí, este desarrollo está caminando como el cangrejo,
Va para atrás y lo
peor, es que va, a velocidad máxima.
Si nosotros los
sudamericanos somos tercermundistas,
Pues déjenme
decirles que lo prefiero, nosotros tenemos muchos más valores, más cultura y
educación
Que muchos de los
llamados " países desarrollados"
¡Es que por Dios,
existen formas! ¿O no?
Papitos recuerden
que los hijos son el reflejo de como tú los criaste, las personalidades de los
hijos no son culpa de los padres, pero el que sean educados, respetuosos, y
considerados, ¡Sí!
Faltaba más!
REMS
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