martes, 1 de febrero de 2022

Juventud, un recuerdo hermoso

 

Lejos, imaginando que los tiempos de juventud de pronto aparecen y nos encierra en aquella habitación, la mía.

Lágrimas, risas, nuestro mundo derramando colores que llenaban nuestra vida con la mejor ilusión que un amor  a esa edad, podría ser capaz de dar.

Estás en mi mente, precisamente ahora, tu sonrisa pícara, esa de niño bueno.

Tus labios pequeños, tus manos suaves.

Me querías, y hasta hoy, siempre estaremos en el mismo lugar.

Nuestros recuerdos que nos hablan y nos dicen: merecieron terminar juntos pero eligieron lo que creyeron era correcto, quizá mejor.

Hace poco me escribiste, negrita linda, sin lugar a dudas la mejor época de mi vida, millón de recuerdos, amor desde los once hasta ahora.

Sonreí y en alto dije tu nombre.

El amor de juventud no se olvida, queda grabado por siempre.

El barrio, los amigos, nos ocultábamos pero ya todos sabían que nuestra química era única.

Tu promesa, por eso no me olvidas, porque me llevas grabada en tu mano.

Locura total, lo hiciste y me quedé impresionada.

Tanto me querías, tanto te quise, y ahora solo nos queda cerrar los ojos y pensar en aquél tiempo.

No me quedé contigo, no te quedaste conmigo, pero seguimos unidos.

Nuestros corazones se entrelazan, nuestras miradas penetran lo más profundo de nuestra alma.

El volverte a ver, el abrazarte, el sentir que tú, sigues siendo el mismo de siempre.

Por lo menos conmigo.

 

REMS