Carta a mi hijo
Mi amor, si tú, mi único amor, hoy es
nuestro día, y como cada uno de ellos, escuché me decías: ¡te amo mamá!
Mi corazón se estremece, tu ternura al
abrazarme, tus besos dedicados “es que te amo mamá”, y esas conversaciones en
las que me siento afortunada de ser tu madre. Te veo crecer, convertirte en ese
varón que solo llena de orgullo. Tienes carácter, fuerza, decisión, eres un líder,
un ser humano con un corazón lleno de amor. Eres dulce, tierno, seguro de quien
eres, de lo que vales, de lo que quieres.
Hijo mío, le doy gracias a Dios por tu
vida. Te he bendecido desde siempre y ahora eres tú quien me bendice. La vida
tiene cosas bellas amor, pero para que sea así siempre, es importante cuidar de
ella. A veces somos nosotros, las personas, quienes convertimos la vida en algo
tormentoso, pero tú mi amor, tú debes saber, que donde tú pises, a donde tú
llegues traerás bendición, porque eres un ser bueno y siempre, siempre hijito,
debes luchar para seguir por el camino recto.
Nunca olvides a Dios, lleva contigo lo que
desde siempre te he ensaño, el respeto, el amor, la consideración, el entender
a los demás, a no juzgar, no burlarte, no criticar, escuchar, y todos esos
valores que poco a poco van fortaleciéndose y creciendo en ti.
Oras cada noche y tus oraciones son
escuchadas, cree en Él y cree en ti. Mamá siempre estará contigo, siempre
estará en tu corazón. Mamá te ama más que a su propia vida y hoy que celebramos
nuestro día, deseo para ti un camino de luz, de paz, de armonía, de felicidad y
salud.
Mi chiquitito hermoso, gracias por
elegirme como tu mamá.
Te amo
REMS