Una mañana desperté creyendo que el día se vería diferente
Me equivoqué, no habían aves cantado, las hojas de los árboles caían y caían
El cielo gris, la lluvia sin detenerse y yo…
Seguía creyendo que un día algo nuevo sucedería
Tan absurdo puede ser el todo
Un desgarre en el alma
Una lágrima, quizá miles
Un David viene a mi mente
Me amaba, lo sé, pero el sentirse inferior pudo más que ese amor.
Un Arturo, que me veía como si fuera la única, promesas que jamás se cumplieron, sueños que nunca fueron capaces de hacerse realidad, elecciones que se tomaron y marcaron los caminos de un hasta siempre.
Un Paull de 19 años, fue un todo y se convierto en un nada.
Un Marko que llegó dos veces y dos veces se fue.
Y así llegaron, para enseñarle a la vida que el amor en sus mil formas puede ser única
Hoy, hoy no llega nadie.
Mi ser, ese yo y hasta mi cuerpo necesita recordar, porque por lo menos, me queda aquello.
REMS