viernes, 12 de julio de 2013

Una tarde diferente - "Anéctoda"

Siempre lo he dicho y siempre lo diré, las cosas que más feliz nos hacen son las cosas pequeñas que salen del corazón.


Hoy una vez más vi cuan feliz uno puede hacer a otra persona, sin necesidad de hacer algo grande.


Te miro, y me pregunto, cuando y porque llegaste hasta acá. Estas ahí recostado, tratando de levantarte y sin poder lograrlo, haciendo lo posible para salir de esa cama, y yo impidiéndote de que lo hagas por miedo a que te caigas.


No tienes fuerzas, te quedas dormido de pronto, al levantarte hablas sin que pueda entender con claridad lo que dices.


Pareces como dopado por tanta medicina y me pregunto una vez más, cuando y porque llegaste hasta acá.


Entonces te miro sin decir nada, te sonrío y me sonríes. Te pregunto si te gusta la música, y me dices que sí. Trato de buscar algo de música, algo que tú conozcas y atino. La escuchamos juntos y sonríes, coges mi mano sin dejar de sonreír, y me das un beso en ella, me dices que soy dulce y que nunca conociste a alguien como yo.


Te mire, te agradecí y te pregunte si querías bailar conmigo, tú con 68 años y yo con mis 34,  tú en aquella cama, yo parada al costado de la rejilla que tu cama tiene, me cogías fuerte con tus dos mamitas, y las movías como señal de que ya estábamos bailando.


Reías y te vi feliz, me hablabas y de pronto ya no podía entenderte, volviste a darme un beso en la mano regalándome una vez más tu dulce sonrisa.


Entonces me pregunte una vez más, cuando y porque llegaste hasta acá…y de pronto pude entenderlo, me di cuenta que él cuando no importaba y el porqué, era sencillamente porque nos teníamos que encontrar, tu para que me hagas recordar la grandeza de una sonrisa y de que las cosas pequeñas hacen un día genial y yo para poder hacer tu tarde diferente.


Ambos con una misión, el de regalarnos un poco de felicidad
Gracias Jhon – mi paciente


REMS


No hay comentarios:

Publicar un comentario