Sí, el 2015 se ha
ido, cosas buenas, malas, lágrimas, risas...mil momentos, pero de todos ellos
el que más recuerdo y me llena de dicha es el haber abrazado a mi madre. La he
visto detenidamente, ya no es la mujer de tacones que tantas veces quise
imitar, ahora ha cambiado, sin embargo su belleza sigue intacta. Soy feliz
pensando en todo lo que he recibido de ella, nunca he conocido a nadie que ame
como ella sabe hacerlo, nunca he conocido a nadie más madre que ella. Es
increíble como su fortaleza la lleva tan lejos, es que no creo poder alcanzar
lo que mi madre ha logrado ser. Cuando la volví a ver me sentí tan grande, más
que por las palabras de los demás, era por ver la admiración que ella sentía de
ver a su hija lograr sus sueños, la miraba y ella sonreía, hijita me decía...
ya no soy una niña pero para ella era como si los años no hubieran pasado por mí.
La vi llorar y el alma me carcomía, podía ver ese dolor reflejado al saber que
su pequeña se iba nuevamente lejos de su lado, a pesar de eso, me abrazó
diciendo que me amaba y que sea fuerte, que yo podía todo lo que deseara, que
sea sabia e inteligente, la miré... comprendí entonces que era tiempo de
aprender una nueva lección... Todo pasa por algo, no hay tiempo de
lamentaciones, hay tiempo de surgir, de crecer, de ser algo, alguien, de ser lo
que uno realmente desea ser.
En este año 2015 conocí
gente fantástica, escuché palabras de admiración hacia mi persona, soñé, creí,
confié- algo que no suelo hacer, y aunque me he podido equivocar al hacerlo puedo
decirles que este año sonreí más de 3 veces y por ende puedo garantizar que
este año pese al dolor que pudo haber aparecido en mi vida, fui feliz y eso se
lo debo a Dios, a mi madre, a mis hermanos, a mi sobrina, y hasta mi padre que
sin darse cuenta me ayudó a
reencontrarme con Dios, a mi familia y amigos que de una u otra forma siempre
manifiestan su cariño. Y a esas personas que se me acercaron a través de un
correo, mensaje, llamada, o en alguna de las presentaciones de mi libro.
En el 2015 tomé
decisiones, no todas fueron las mejores pero todas me han servido. Y Dios me ha
vuelto a sorprender...Hoy, en un nuevo inicio llamado 2016, solo puedo decirles
que desde donde estoy, oro por ustedes, por el mundo, y por mi - Dios los
bendiga y los llene de dicha. Recuerden que los sueños son posibles de
realizarse siempre y cuando luches por ellos, sin perder la fe...lograrás
absolutamente todo!
Un abrazo de su
amiga
REMS
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