Entonces, estaba en el trabajo
Entro donde uno de mis pacientes, 87 años,
tiene diabetes, y pues recibe cada día insulina.
Ha recibido chocolates de sus amigos y
familiares.
Ayer vi, que estaban debajo de la mesa de
noche.
Esta mañana lo he ayudado en afeitarse,
bañarse, cambiarse, él puede muchas cosas solo, aun así, necesita de una
manito.
Bueno terminamos, salgo diciendo que en un
rato regreso... Ya está bien, acá estaré me dice...
Le sonrío, me sonríe...
Regreso, veo que tiene la boca manchada,
no entiendo la razón...
En eso noto que sobre la mesa esta una de
las cajas de chocolates, y sobre ella había un secador de cocina.
Le digo ahhh de pronto los chocolates
aparecieron por la mesa.
Qué raro, me responde
Si, que raro...
Pero no son míos...
¿Qué no?... ¿Y de quién es entonces?
¡No lo sé!
Hmmmm
Además tú sabes que no puedo comer eso.
Si pues, no puedes... Pero puedo ver que
tienes algo de chocolate en la boca
¿Que si? ¿Qué raro!
Hmmmm
No son míos, me repite
¿Comiste alguno? (faltaban 3)
¡No! ¡Sabes que no puedo comer eso!
Me mira, lo miro y le digo
¿Me mientes?
Siiii... me responde todo pícaro y
juguetón
Ambos reímos...
Siempre mis días son diferentes y lo mejor
es que por cada día...una nueva historia
REMS
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