El amor, una decisión, un si ante lo que
se podría creer que no existe. De pronto llega, así de la nada, te
escondes, piensas por qué, para qué… Lo intentas, lo tienes frente a ti por
primera vez, su sonrisa, su mirada, hasta su timidez parece darte la seguridad,
de que todo irá bien.
La tarde lluviosa, las palabras que van y
vienen… ¿puedo coger tu mano? Y entonces, pasa que no hay cuando soltarse. Tan
extraño el momento y a su vez, tan extraordinario, nada importa, el miedo
parece no tener lugar.
El amor, una decisión, un si ante lo que
se podría creer que no existe. Y tú, luchando con fuerza para creer, que en el
mundo había una persona que esperaba por ti. Si, un ser que es parte de tu
rompecabezas, esa otra mitad que solo desea poder amarte, cuidarte, apoyarte…
Parece que te encuentras en el país de los
sueños, la perfección en la imperfección, saber que tienes lo que llamas: sublime,
divino, maravilloso… Si, ese mundo es el que mereces, ese ser te pertenece.
El amor, una decisión, un si ante lo que
se podría creer que no existe. Pero está, lo sientes en todos esos besos,
caricias, te quiero… Al hacer el amor, al sentir como lentamente llegas a ser
uno, al escuchar ese susurro con aquella voz agitada. No dudes, lo ama y déjate
amar.
Los momentos compartidos se han convertido
en la esperanza de una vida entera. Y si esa vida se encuentra después de esta,
sabes bien, que volverás a ver esos ojos que dices te gusta. Y es que así, así
de estupendo es el amor.
REMS
¡Felíz día del amor!
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