Hoy una vez más, he comprendido cuán importante es ser feliz con quién
uno es, la vida no siempre se presenta de la manera más sencilla, sin embargo
es necesario ser uno mismo para poder sentir que hemos llegado a ese punto de
nuestras vidas en la que podemos decir ¡lo logré! Para mí no siempre ha sido
fácil, creo que he sido una guerrera, que ha luchado para ser feliz y para que
la sonrisa no se me escape, sobre todo después de esos años en donde no podía
ni levantarme de la cama porque la enfermedad me quiso tumbar, pero no pudo,
porque sencillamente, ¡si Dios está conmigo, quién contra mí!
¿Por cuántas cosas he pasado? La verdad por muchas, todas me
han dado una enseñanza valiosa, una que ha hecho que poco a poco me convierta
en la mujer que soy, aprendí lo importante que es romper con esas cadenas que
atan el corazón y que muchas veces atan hasta el alma. Pero dime una cosa, tú, ¿has
logrado lo mismo? Sé que has llorado, pero también se que has reído y que has
sido feliz en mucho instantes de tu vida; por todo ello, se agradecido, ¡no
muchos tienen la misma oportunidad que tú!
Recuerdo un tiempo valioso en mi vida, ese tiempo en la
radio, en la que daba consejos a jóvenes y grandes, donde me escuchaban porque sabían
que todo lo que decía, lo decía en nombre de Dios, ese tiempo para mí, fue de
bendición, conocí gente buena, también mala, egoísta, interesada, muchos que decían
llamarse hermanos cristianos, pero que me robaron, me engañaron y hasta jugaron
con mis sentimientos diciendo ser amigos, pero los he perdonado y ahora en este
tiempo, les agradezco por lo que me enseñaron, aprendí ser mejor persona, y a
ver la vida de una manera en donde puedo decir ¡soy feliz!
Sé que muchos son ahora llamados pastores, grandes líderes,
buenas esposas, grandes siervos, ¿pero alguno de ellos podría tirar la primera
piedra? ¡Ni yo podría! Ahora todos hemos logrado mucho, hemos crecido, hemos
desarrollado esos dones y talentos que Dios nos regaló, ¿qué es lo más
importante? ¡Exacto! que creemos y confiamos en ese Dios que en algún momento
predicamos y muchos aun lo siguen predicando.
Recordaba también el tiempo de universidad, no en donde
estudie zootecnia, sino en esa en donde estudie para ser profesora, ese fue
otro de mis tiempos de bendición, ese salón era parte de mi vida, de tal manera
que buscaba la forma de hacerlos felices. Quería la unión, la bondad, la
honestidad entre todos, quería que supieran que siempre estaría ahí para
apoyarlos, que podían confiar en mí, que siempre buscaría la forma de no
fallarles. Ellos confiaban en mí, me veían con cariño y creo que muchas de
ellos aún me recuerdan como algo grato y eso me hace feliz.
Hoy ha sido un día de meditación, he cantado cuán grande es
él, con tal sentimiento que he sentido que Dios me abrazó. Hoy me dijo: ¡hija mía,
se tú, vive, se feliz! entonces pensé, que hoy quería usar zapatos en la casa,
suena gracioso, pero esa soy yo, me he bañado y me he vestido como lo hacía en
la universidad, con esas medias largas que me llegaban a la rodilla, zapatillas,
una blusa larga, y un short en este frio que ni lo siento porque mi casa está
calientita. Veo a ese hombre que dice amarme, terminando de hacer uno de esos
proyectos que en su inicio fue mío, y se convirtió en nuestro, todo con tal de
que me vea contenta, y lo logra, porque sencillamente soy su amorcito corazón. ¿Qué
más bendición que esa? Hoy, pese a los dolores que me han impedido trabajar
como me hubiera gustado esta semana, soy feliz, y le agradezco a Dios por su
infinito amor, y por su voluntad puesta frente de mí.
Ahora es tu turno de encontrar eso bonito que te hace feliz,
y que hará que tu día sea tan placentero como lo es para mí.
¡Buen día para todos!
REMS
No hay comentarios:
Publicar un comentario