Viví enamorada de una mentira, de
palabras que quedaron en el desierto, de caricias que traían una máscara de
papel. De un amor que creí era perfecto hasta que solito se mostró. Vi entonces
que era diferente, que lo que creí jamás existió, que lo que un día soñé fue
solo parte de mi fantasía, mi deseo, mi ilusión. Nada era real, me inventé
felicidad, a la persona idónea, al amigo, al amante, al amor. Qué fue real?
Ahora sé, que nada, Amé a un desconocido, a un ser lleno de maldad, de mentira,
de falsedad. Lo vi, pero mis ojos prefirieron cegarse y es que quería sentir el
amor, aún cuando fuese inventado, sentía- era feliz. Dejé mi vida a un lado, mi
deseo de surgir, mi persona fue olvidada por pensar en quien no debí. Mis ojos
eran suyos, mi corazón latía a mil, mi cuerpo desbordaba al tenerlo junto a mí,
más yo- fui utilizada de la manera más vil, sin embargo no lo culpo, porque fui
yo, quien no supo elegir. Ahora he aprendido a no dejarme persuadir, por una
sonrisa pícara, o esa palabras sin fin. Debo sentirme feliz, por lo menos amé,
lo hice sin ser yo quien mintió, di más de mi vida de lo que jamás creí
lograría, trayendo eso a mis días pura dicha y alegría.
No fui yo la que perdió, fuiste él con
claridad, y es que ante tanta crueldad solo queda ignorar, porque seres
como él, no sirven ni para llorar, mucho menos para extrañar.
Qué
fue real? Ahora sé que nada...y es por eso que tengo calma, al fin encontré lo
que tanto buscaba, la verdadera razón por la que cala mi alma. No importa lo
que di, lo hice con amor, mis años apagados fueron en ese entonces mi anhelo y
matriarcado, no me arrepiento de nada, de todo eso he comprendido, que para
llegar a ser la mujer que soy, ha de haber vivido. Si volvería a repetir mi
existencia, no cambiaría ni la más mínima encuesta, sé, que todo eso, no me
llevaría a la cuesta. Soy feliz y eso es lo que importa, como lo logré,
confiando en el Grande y cogiendo a mi pequeño como mi mejor base.
No
pensé sorprenderme, creía sabía todo ya, más he notado la mezquindad, la
hipocresía y la envidia, pero nada de eso me amilana y es que tengo hierro en
mis entrañas. Río hoy a carcajadas, porque mi razón de vida es
extraordinaria...
REMS
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