¿A dónde llega el orgullo?
Un día mi madre me dijo que había que cuidarse del orgullo porque este podría hacernos una jugarreta, llevando a que pudiésemos perder lo que más amábamos.
Hoy a mis años,
que no son muchos pero si algunos, he comprendido que el orgullo puede llevarte
a ser grande pero también puede asesinar corazones.
¿Cómo cuidarnos para no caer en
aquél orgullo llamado asesino? Pienso que el amor, el verdadero puede hacer que
uno valore y vea, que aún cuando se tiene momentos difíciles se puede ser
humilde de corazón.
Dios un día me dijo a través de su palabra, que el que se humilla será exaltado y el que se exalta será humillado.
No me considero
una orgullosa, no soy perfecta, pero con mis mil y un errores, soy un buen ser
humano, uno que llora con el dolor ajeno, una que no entiende la maldad del
mundo, entonces cuando me encuentro con aquél que es orgulloso, sufro. Sufro
porque mi corazón llora al ver como tal orgullo logra matar el alma de otro.
Pido a Dios que llene su corazón de amor y que el orgullo, ese mal orgullo, desaparezca, para que sea feliz.
REMS
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